En el día más caluroso del año, el aire acondicionado de Marta se dañó. Marta decidió que era una emergencia, entonces se fue a la tienda a comprar un aparato de aire acondicionado nuevo.

Marta no tenía dinero suficiente en efectivo, así que usó su tarjeta de crédito, el aire acondicionado costó 300 dólares. Esa noche su familia se sentía refrescada y feliz.

El próximo mes, Marta recibió la factura de su tarjeta de crédito con el cargo de 300 dólares por el aire acondicionado, Marta ajustó su presupuesto y decidió pagar 15 dólares cada mes hasta terminar de pagar el aparato de aire acondicionado. Su pago mínimo era de 15 dólares.

Marta hizo el pago mínimo cada mes, pero el saldo de Marta no bajó 15 dólares cada mes, la compañía de tarjeta de crédito le agregó los intereses a su saldo cada mes. La tasa de porcentaje anual de la tarjeta de crédito de Marta era del 23%, así que la compañía de tarjeta de crédito le agregaba los intereses al saldo de Marta cada mes.

A Marta, le tomó más de 2 años pagar el aparato de aire acondicionado porque hizo solamente el pago mínimo. Después de los 2 años, Marta había pagado 382 dólares, 300 dólares por el aparato de aire acondicionado y 82 dólares en intereses.

La Comisión Federal de Comercio - Consejos para Consumidores