Samuel consiguió un buen trabajo después de terminar sus estudios universitarios, pero todavía tenía problemas para pagar el alquiler y efectuar los pagos de su préstamo estudiantil. Entonces, Samuel vio un anuncio de una compañía que decía que podría ayudarlo a cancelar la deuda de su préstamo estudiantil. La compañía parecía oficial e incluso tenía un sello del gobierno.

Cuando Samuel llamó a la compañía, la mujer que lo atendió le dijo que podía conseguirle una condonación de su préstamo. Pero le dijo que primero tendría que pagarle a la compañía. A Samuel le pareció genial, pero primero quería verificar algunas cosas. Entonces, investigó en internet ingresando el nombre de la compañía junto con la palabra queja.

Descubrió que muchas personas habían perdido dinero con esta compañía y que nunca habían recibido ninguna ayuda. Samuel también aprendió que las compañías no pueden pedir dinero por adelantado antes de ayudarlo con su deuda de préstamo estudiantil. Eso es ilegal. Por suerte, Samuel encontró la ayuda que necesitaba en studentaid.ed.gov y era gratis.

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