Todos los meses, Miguel se quedaba sin dinero, antes del día de pago.

Tuvo que saltar los pagos de algunas cuentas, y otras las pagó tarde.

Él odiaba hacer eso. Así que Miguel decidió hacer un presupuesto, para ver si le ayudaría a pagar las cuentas en fecha.

Anotó cuánto dinero gana cada mes en una planilla de presupuesto; después, Miguel se fijó cuánto gastó el mes pasado.

Usó esos gastos para anotar lo que pensaba que iba a gastar este mes; Estaba gastando más de lo que ganaba.

Eso ya lo sabía... Pero ahora, Miguel sabe adónde fue a parar su dinero. Miguel empezó a recortar sus gastos.

Recortó lo que gastaba en salir a comer, ir al cine, y en otras cosas que quería, pero que no podía permitirse todo el tiempo.

Eso resolvió su problema, incluso le sobraron $50 ese mes. Miguel colocó $10 para alquilar películas en su presupuesto, y ahorró el resto.

Ese mes, Miguel cumplió cuidadosamente su presupuesto. Si gastaba más en una sección de su presupuesto, recortaba en otra.

Y tuvo suficiente dinero para pagar todas sus cuentas en fecha. Miguel se sintió mucho mejor teniendo un presupuesto.

La Comisión Federal de Comercio - Consejos para Consumidores