Prestamos de día de pago
Se dañó la camioneta de Juan y necesitaba dinero rápidamente para arreglarla. No podía conseguir un préstamo y había llegado al límite de su tarjeta de crédito. Así que Juan fue a un prestador de día de pago.
Para conseguir $500 en efectivo, tuvo que darle al prestador un cheque de $575: $500 para pagar el préstamo y $75 por un cargo. Juan no tenía el dinero en su cuenta en ese momento, pero no importaba. El prestador guardaría el cheque por dos semanas, hasta la fecha de vencimiento.
Pero después de dos semanas, Juan no tenía suficiente dinero para pagar el préstamo. Así que le pago al prestador $75 más para extender el plazo del préstamo. O sea que le dieron 2 semanas más para pagar el préstamo.
Y dos semanas más tarde, pasó lo mismo. Juan pagó $75 más. Y consiguió dos semanas más para pagar el préstamo.
Juan tardó 12 semanas – o sea 3 meses – para ahorrar suficiente dinero para pagar los $500 del préstamo original. Al final, Juan terminó pagando $1,025 aunque solo necesitaba $500. El préstamo le resultó muy caro.
La Comisión Federal de Comercio - Consejos para Consumidores