Préstamos con título de propiedad de un carro

Alberto necesitaba un poco de dinero extra para pagar sus facturas mensuales. Vio un anuncio en la televisión que decía que puedes conseguir un préstamo si eres dueño de un carro.

Así que fue a una tienda local que anunciaba préstamos con título de propiedad de un carro. Alberto completó una solicitud y luego le mostró al prestador su carro y el título de propiedad de su carro. El prestador de dio 1,000 dólares a Alberto, pero se quedó con el título de propiedad del carro de Alberto. En 30 días Alberto tenía que pagar los 1,000 dólares que tomó prestados más un cargo de 250 dólares para recuperar el título de su carro.

Pero un mes más tarde Alberto no tenía el dinero que debía, así que el prestador le dio más tiempo para re-pagar el préstamo. Pero Alberto tenía que pagar otro cargo de 250 dólares. Pasó otro mes y ahora Alberto debía 1,500 dólares, pero todavía no podía re-pagar el préstamo. Esta vez el prestador no le dio más tiempo a Alberto para re-pagar el préstamo.

En cambio, el prestador vendió el carro de Alberto y se quedó con el dinero. Alberto perdió su carro y su medio de transporte. Él sabía que le llevaría mucho tiempo ahorrar suficiente dinero para comprarse otro carro, y también supo que nunca volvería a obtener un préstamo con el título de propiedad de un carro.

La Comisión Federal de Comercio - Consejos para Consumidores

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